miércoles, 20 de abril de 2016


BIOPEDAGOGÍA



El  aprendizaje  significativo como actividad innata de los seres vivos tiene que ver con el proceso creativo  del ser vivo que se auto-organiza y se autoconstruye, somos seres auto-poiéticos que en redes nos auto-mantenemos y autogeneramos, transformamos la materia en energía  valiéndonos de las reacciones químicas y así  regeneramos nuestros componentes.

La interlocución con el ambiente, aspecto clave  y  condición básica del aprendizaje de los seres vivos  se va dando  cuando:
·         El ser y el nido vital van cambiando a través de una retroalimentación permanente.
·         Mantenemos la vida conservando la organización y adaptando nuestra estructura al ciclo vital de nuestro ser.
·         En el ser humano se van dando los procesos de adaptación y comunicación  por medio de los procesos de orden cognitivo  ya que tenemos una cognición que nos lo permite.
·         Los procesos vitales y los procesos de aprendizaje son uno mismo, se dan simultáneamente.
·         Educar es ante todo  defender y promover la vida.
·          La Bio-pedagogía tiene como funciones: facilitar los proceso de aprendizaje permitiendo a las personas inter-actuar y buscar soluciones creativas a los problemas y conflictos, gozar la vida desde la incertidumbre , construir permanentemente escenarios de convivencia donde fluyen y se entretejen nuestras vidas, asumir la complejidad de las relaciones humanas con respecto a que emerja la vida.

Después de ver “El circo de las mariposas” nos conmovió,  La capacidad de superación que cada ser tiene en sí mismo en este caso Will. También hicimos mención al ambiente de familia que facilita el aprendizaje. No todos los aprendizajes son motivados por razones positivas. En el caso de Will aprendió a nadar porque necesitaba pasar el rio y nadie le ayudó.

1.    Teoría desde la autopoiesis
Aprender es la Propiedad inherente a la organización de la vida y las biociencias se ocupan del desarrollo de su Propiedad Emergente.
Tengamos presente que traemos una carga genética heredada del entorno en que nacemos,( familia, país, ciudad, cultura etc), esta, nos va dando un aprendizaje  que nos marca en el trascurso de la vida, para organizarla como mejor pensamos y sentimos.
Nos llama la atención de Maturana, que fue un niño feliz y como tal, estaba presente con todos sus sentidos en cada acto de su vida, como crear los juguetes.
Para  aprender, es necesario tener la mente abierta, un ambiente de amor y armonía, ser curioso y persistente, para poder crear y auto organizar la información, en un aprendizaje significativo.
El sentido vital del aprendizaje es llegar a un estado interior profundo que oriente en un sentido definido y conveniente, durante toda la vida. 
La autopoiesis lleva a estados imprevisibles, buscando el equilibrio dinámico inherentes a las interacciones con el medio, esto nos dará la posibilidad de tener nuevas configuraciones, porque cada uno hace el conocimiento en el acto del conocer, y lo construye mediante una red de interacciones extremadamente complejas y dinámicas.
2.    

Condiciones Básicas del aprendizaje.
Cuando vivimos con entusiasmo, gozamos; cuando sentimos la vida; y la hacemos sentir, compartimos; es decir, desde la mediación pedagógica, vivimos intensa y libremente, con afectividad y compartiendo lo que tenemos. Esto permite colegir que esta mediación pedagógica es adecuada, contribuye a una excelente calidad de vida individual y colectiva.


La Teoría de Santiago. Tuvo su origen en el estudio de las redes neuronales.  Para Maturana, la actividad involucrada en la autogeneración y autoperpetuación de redes autopoiéticas, es la cognición un constante alumbramiento de un mundo, a través del proceso de la vida.
Para Maturana y Varela, vivir es conocer, porque las interrelaciones del sistema vivo con su entorno, son interacciones cognitivas; esto lo confirma Humberto cuando estaba en el hospital, tenía tuberculosis, se cambió el nombre para superar su situación de enfermedad y tener una nueva percepción y emoción. El superhombre viene a ser el ser autónomo, generador del propio mundo, consciente y responsable del mundo que se genera.
La felicidad de la infancia Es convivir con los miembros de la familia, teniendo presencia, siendo visto, escuchado, que le respondan las preguntas, invitado a hacerse cargo de lo que está haciendo.

La teoría de Santiago afirma que la relación mente y cerebro es simple y clara; la mente es el proceso de cognición, que se identifica con el proceso de la vida.
El cerebro es una estructura específica a través de la cual el proceso de cognición opera, por lo tanto la relación entre mente y cerebro, es una relación entre proceso y estructura.

3.    
Aprendizaje como proceso autoorganizado.
Las nuevas ciencias de la vida: fundamento de la complejidad de la educación Francisco Gutiérrez Hugo Assmann
Plantean dos preguntas fundamentales: ¿Cómo educar y cómo aprender?
Aprender no puede reducirse a la apropiación de los saberes acumulados por la humanidad. Se aprende durante toda la vida y mediante todas las formas de vida. Los procesos cognitivos y procesos vitales son coincidentes, en y con la autoorganización, la complejidad, la creación, y la permanente conectividad de todos con todos, en todas las fases y momentos del proceso evolutivo.
Es un proceso biológico: “todo ser, pero principalmente los seres vivos, para existir y para vivir, tienen que flexibilizarse, adaptarse, reestructurarse, interactuar, crear y coevolucionar; tienen que convertirse en seres que aprenden; es decir, en sujetos aprendientes; en caso contrario, mueren”.

Así es el proceso de vida de los seres aprendientes como lo expresa Hugo Assmann con meridiana claridad: “las ciencias de la vida están demostrando que la vida es básicamente una persistencia de procesos de aprendizaje

Los procesos vitales y los procesos de conocimiento son la misma cosa”. Ambos procesos, “descubren su lugar de encuentro, marcado desde siempre, en el centro de lo que constituye la vida, es decir, en el proceso de autoorganización tanto desde el plano biofísico, como desde el plano social. La vida quiere seguir siendo vida. Se gusta y se ama, y en consecuencia anhela ampliarse en más vida.
Hugo Assmann, recalca que la vida (y por tanto el aprendizaje) se da siempre en el placer, en el gozo, incluso en la ternura.
Desde la biopedagogía el placer es una de las características básicas del aprendizaje. El conocimiento sólo emerge en su dimensión vitalizadora cuando tiene algún tipo de vinculación con el placer. Por eso se requiere una conversión sensorial para volver a dar significado a la vida.


En consecuencia:
a) El arte supremo del maestro o maestra consistirá en despertar e incrementar el gozo de la expresión creativa y del conocimiento.
b) El propósito fundamental de la educación deberá ser el de crear, recrear y promover espacios de aprendizaje agradable y satisfactorios; sólo en espacio en agradables, satisfactorios y placenteros pueden darse procesos de aprendizaje.
El aprendizaje como un proceso de autoorganización de la vida, obedece a los mismos procesos que sustenta el paradigma emergente: autoorganización, incertidumbre y sostenibilidad.
No concebimos una creación no poética. Por lo que autopoiesis significa creación de uno mismo en el placer inherente al ser siendo, al ser creándose. Por eso podemos afirmar que el aprender da origen a estados imprevisibles en razón de que el aprender no es almacenar conocimiento sino el de integrar la información que recibimos, al proceso de autoconstrucción personal. El aprendizaje que responde a la autoorganización de la información es necesariamente dinámico, flexible, vivo y consecuentemente holista y complejo.
Se comprenderá que estos estados imprevisibles, como resultado del aprendizaje, nos obligan a relativizar los contenidos y la docencia y en especial la didáctica.
Ya hemos señalado que son precisamente las experiencias de aprendizaje, como formas válidas y posibles, interactivas y dinámicas inherentes al proceso de aprendizaje, por lo que el aprendizaje y no la enseñanza, deberá ser consecuentemente la primera y más importante preocupación de los educadores y educadoras.
Lo que de verdad les corresponde hacer es: promover, facilitar, crear y recrear permanentemente experiencias de aprendizaje, para que esas experiencias promuevan eficazmente el aprendizaje tienen que llenar las siguientes características, o por lo menos algunas de ellas:
Tienen que darse en la vida, en la cotidianidad, en el proceso vital es decir, tienen que ser vivencias, sucesos, hechos, relatos que logren implicar todos los sentidos, cuantos más mejor; en una dimensión plurisensorial. Sólo así promoverán la búsqueda de sentido, de interés, adhesión, implicación, arrastre, relación empática, que conlleva la creación y recreación de nuevas relaciones con el tema de estudio, con las personas y con todos los demás elementos significativos presentes en el proceso de aprendizaje-.
¿Qué es realmente aprender? ¿Cómo surge el conocimiento?
Hoy día, el progreso de las biociencias nos ha ido mostrando que la vida es, esencialmente, aprender, y que eso se aplica a los más distintos niveles que se puedan distinguir en el fenómeno complejo de la vida.
Se trata de un principio más amplio, relacionado con la esencia de estar vivo, que es sinónimo de estar interactuando como aprendiente, con la ecología cognitiva donde se está inmerso, desde el plano estrictamente biofísico hasta el más abstracto plano mental.
Es hora de cambiar radicalmente el escenario epistemológico del debate sobre la educación, integrando conceptos tales como: sistemas complejos y adaptativos, sistemas aprendientes, parámetros dinámicos y autoorganizativos, biosemiótica; en fin, creo que sería fructífero explorar ciertos conceptos transversales y transmigrantes entre diversas disciplinas, tales como: complejidad, autoorganización, autopoiesis, morfogénesis y similares.

Con estos nuevos estudios se da un concepto nuevo de aprender a la vez que como dice Varela “La cognición  es un constante alumbramiento de un mundo a través del proceso de la vida.” También es de resaltar el nuevo concepto de cognición que “ Incluye percepción, emoción y acción: todo el proceso vital”.

Es decir estamos descubriendo que solo aprendemos aquello que nos interesa, que ante varias alternativas seleccionamos aquellas que dan respuestas más aptas a nuestro proceso de crearnos y recrearnos continuamente. Que estos aprendizajes se hacen más ágiles en un ambiente de familia, de amor. Por lo tanto son de primordial importancia las relaciones de fraternidad, creatividad, solidaridad y armonía

María Teresa Velandia
Rosalba García
Clelia Martínez